¡Hasta cuándo!
¿El cese de la
usurpación para cuándo?
@pabloaure
Puede que la respuesta sea sencilla de explicar, pero no
fácil de entender. Lo que si es cierto es que lo único que falta para el cese
de la usurpación, es que el mundo militar apoye al pueblo venezolano y se
subordine a las órdenes de su nuevo Comandante en Jefe, el presidente (e) de
Venezuela Juan Guaidó. Y para materializarlo, habrá que retomar la triste
historia de la FAN en pleno socialismo del siglo XXI.
Necesario es advertir que la institución militar venezolana hoy
no es otra cosa que los despojos que quedan de esta plaga roja rojita. El
respeto a los rangos, el espíritu de cuerpo, el apresto operacional, el
pundonor militar están totalmente distorsionados cuando no desaparecidos. En no
pocos casos, obedecen más a un sargento que a un general, a un cubano que a un
venezolano, inclusive, a un jefe de colectivo antes que a un oficial de
carrera. Una realidad producto de un proceso de desnaturalización y corrupción
que llegó con Chávez en 1998, en su afán de contar con un brazo armado que le
asegurara su permanencia en el poder por tiempo indefinido. Como todo lo
realizado por esta revolución, la inteligencia al servicio de la dominación y
del mal.
¿La FAN está totalmente
destruida?
Es la pregunta que nos viene a la mente luego de varias
semanas esperando que ellos den un paso al frente colocándose del lado de la ley
haciendo honor al juramento de servir, proteger y hacer cumplir la Constitución,
tomando una clara posición ante la invasión cubana y la usurpación por parte de
Maduro. Sin embargo, no podemos ignorar que sí hemos visto pronunciamientos de
diferentes efectivos militares de diversos rangos que han manifestado su apoyo
al presidente Interino Juan Guaidó y por ello resalto dos puntos específicos:
1.
Es
cierto la FAN está destruida, desarticulada por la vigilancia cubana, la
corrupción y el hambre, sin embargo, sería injusto negar que en la misma
todavía existan funcionarios con criterio, con principios y que no han sido
contaminados aún. Probablemente no tantos como quisiéramos, pero los hay. Guste
o no, esos serán los encargados de recuperarlas el día de mañana. Por los
momentos, se confunden con los bandidos que las dirigen. Ojo, es importante que
se entienda bien: esos funcionarios serán valiosos el día después de la salida
de Nicolás Maduro.
2.
No
podemos esperar de forma indefinida por el quiebre de algo que ya está
totalmente fracturado y que, por las razones antes expuestas, sigue funcionando
al servicio del mal. Sin embargo, la amnistía ofrecida por la AN y por el
propio presidente Guaidó, el acompañamiento del pueblo venezolano, el
beneplácito de la comunidad internacional y hasta la posibilidad de unirse de
forma automática a los operativos inherentes a la ayuda humanitaria, deberían
ser suficiente motivación para estimular un nuevo posicionamiento militar. Es
por ello que, esa ley de amnistía debe tener fecha de caducidad.
¿Negociación?
No tengo ninguna duda que la salida de Nicolás Maduro es
inminente. Las conversaciones sobre los términos de su salida se realizan desde
hace días, lo que pasa es que en esa mesa también está sentado el gobierno
cubano y por ende la potestad de decidir, como siempre, no le pertenece a
Maduro.
Las condiciones hasta ahora impuestas por los jefes cubanos
han sido inadmisibles a pesar de la flexibilidad con que se ha intentado
resolver este desalojo.
Maduro y Cuba, elevaron el costo de salida cuando
colocaron las barricadas en el puente de Las Tienditas, obligando a quienes
acompañan la ayuda humanitaria a forzar la entrada en vez de pasar con el consentimiento
de los dueños de casa.
La dictadura cubana sabe que los próximos en la lista de
desalojos son ellos, por eso intentan a toda costa posponer ese momento,
utilizando a Maduro y sus delincuentes para exigir garantías que le brinden a
Cuba algún tiempo más de estabilidad y la posibilidad de recostarse al gobierno
recién estrenado de López Obrador, pues saben que en Venezuela sus días están
contados.
Cabría invitar a Nicolás Maduro y sus adláteres a repasar un
poco la historia universal contemporánea, sobre todo la de aquellos países
cuyos dictadores recibieron del gobierno norteamericano, hoy uno de nuestros
principales aliados, la oportunidad de una salida decente, en términos que les
habría permitido vivir tranquilos y sin carencias lo que les quedaba de vida y
más, tal y como se les está ofreciendo hoy a ellos.
Quienes en su momento rechazaron esta oferta, hoy no viven
para contar la historia. Y a las pruebas me remito recordando a Saddam Husseim,
Anuar El Gadafi, Slobodan Milošević quienes, entre otros, padecieron la
enfermedad del poder que los hizo creerse invencibles y terminaron como todos
sabemos.
Mi recomendación Nicolás, es que no te inmoles por quien
nunca lo haría por ti. Acepta los términos que razonablemente se te ofrecen y
ponle un final menos trágico a esta pesadilla.
Volviendo con Guaidó.-
Al presidente (e) Juan Guaidó tenemos que ayudarlo porque
está rodeado de alimañas, tan peligrosas como a las que visiblemente combate.
El presidente encargado ha resultado carismático y transmite seguridad en sus acciones,
aunque obstinadamente insiste en dirigirse a los militares pidiendo obediencia.
Sin querer imponer criterios, considero que ese tono debe ser
cambiado por una orden clara y definitiva. La apertura del canal humanitario
junto a la remoción de las barricadas colocada por los paramilitares pagados
por Maduro y dirigidos por Freddy Bernal, para que los contingentes con la tan
ansiada ayuda puedan pasar.
Lo más probable es que no obedezcan en un primer momento, y
es por eso por lo que anteriormente mencioné que debemos poner un límite de
tiempo al decreto de amnistía.
Cada vez me convenzo más de que hay que organizar una
coalición militar con los aliados internacionales para que ingresen al suelo
venezolano y de modo resuelto acompañen la distribución humanitaria. En ese
momento estoy seguro que, otro gallo cantará y los militares que hasta hoy
obedecen al usurpador Nicolás Maduro y su cúpula militar, comenzarán a obedecer
al presidente (e) Juan Guaidó ante la evidencia de un nuevo orden en Venezuela.
Obviamente los aliados no ingresarán mientras los extremos
legales no estén cubiertos y para ello es necesario que, no solo lo pida el
presidente (e) Juan Guaidó sino que lo autorice la Asamblea Nacional, de
conformidad al artículo 187.11 del texto constitucional. Aquí el ojo y la
presión de todos los ciudadanos tienen que recaer en el comportamiento de los
señores diputados.
Que nadie se llame a engaños, de esta pesadilla no saldremos pacíficamente.
Freddy Bernal tiene organizada la resistencia en la frontera, por eso amigos
míos, solos no podremos contra la fuerza militar irregular comandada por este
veterano. Necesitaremos una coalición profesional y muy bien equipada para
controlar esa resistencia y para reprimir cualquier foco de perturbación que
promueva la organización criminal cuyas raíces quedarán en algunos sectores del
país y para recomponer a Venezuela.
Pablo Aure
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