¡Hasta
cuándo!
2018 sin Maduro y sin la
MUD
@pabloaure
A
pesar de la terrible situación económica
que nos deja el 2017, debemos sentirnos esperanzados para el 2018 porque será el
año de los cambios.
La
oposición -me refiero a la verdadera oposición- comenzará el 2018 depurada. Ni
MUD ni los traidores impedirá que se acelere la caída del régimen,
porque ya todos quedaron al descubierto.
La
MUD y sus íntimos socios no quieren salir de Maduro porque se les acabaría la
mantequilla. Ya se los he venido diciendo: “no esperemos
nada de ellos porque representan lo mismo” lamentablemente hasta hace poco
quedaban muchos ciudadanos de buena fe que en ellos creían.
Enemigos
identificados.-
En
lo particular estoy muy satisfecho con los resultados del “diálogo” de República Dominicana, por
ejemplo, ha sido una innegable confesión las declaraciones de Enrique Márquez (UNT), en
las que reconoce que la “oposición”
-donde él
milita- estaría dispuesta a colaborar en el
levantamiento de las sanciones al “narco-estado
violento” si se llega a un acuerdo.
Otro hecho importantísimo es que quedó en evidencia
la estrecha cercanía existente entre el representante de Voluntad Popular con
los hermanos Rodríguez. En fin, los venezolanos que queremos enrumbar a nuestro
país hacia un destino mejor, tenemos una inmensa deuda con República Dominicana
porque allá se terminó de
develar la tramoya MUD-PSUV. Esto quiere decir que, una vez identificados los
enemigos es menos complicada la reunificación de los verdaderamente comprometidos
con la prosperidad en Venezuela.
Ahora
no quedará ningún
ciudadano que no entienda el por qué la
Asamblea Nacional nunca discutió con seriedad el caso de los “narcosobrinos”.
Los tribunales en los EEUU lo sentenciaron mientras que aquí los diputados lo
silenciaron. Si eso no es alcahuetería díganme
entonces qué es: ¿traición, encubrimiento, complicidad,
cohecho? Queda abierta la especulación. Siempre se ha dicho que la mujer del César, no solo debe ser honesta sino
que también debe parecerlo. Los
diputados que se prestaron para silenciar el caso de los sobrinos de la pareja “presidencial” no solo no parecen
honestos sino que su comportamiento ratifica su apariencia.
A
los adversarios hay que identificarlos, por eso no solamente basta señalar a
Maduro y a su pandilla, también es
menester ubicar a los que se mimetizan en la oposición. Hoy podemos afirmar sin tapujos
que esa caterva de individuos aglutinados para medrar del régimen enarbolando
una bandera opositora ha sido una de las principales causantes de la
permanencia de esta “narcodictadura”.
Esos farsantes también tendrán
que rendirle cuentas a la justicia. A ellos también habrá que sentarlos en el banquillo
de los acusados cuando acudan a la Comisión de la Verdad, luego de zafarnos de
esta tiranía. ¡Basta de hipocresía cuando nos refiramos a ellos. Corrupto el régimen y malandros sus colaboradores
disfrazados de opositores.
No faltará alguien que por defender a los
indefendibles guisadores con el traje de opositores que vienen celebrando con
sus compinches en República
Dominica, nos califiquen como antipoliticos a los que opinamos que el único diálogo que apoyaríamos es pactar la salida del
régimen.
Quienes negocian en RD son los cómplices
perfectos que necesita este “narco-estado violento” para sobrevivir. Pero ya se
les acabó la guachafita, porque de ahora en adelante cualquier protesta que
realicemos será dirigida contra todo lo que signifique la permanencia de Maduro
y sus colaboradores en el poder.
Sanciones contra gobierno y colaboradores.
Yo voy más allá, si llegare a materializarse un acuerdo (que no será respetado)
entre la MUD y el PSUV que establezca elecciones presidenciales, maquillaje al
CNE, que se acepte la asamblea nacional constituyente y aparezca algún parlanchín dizque opositor solicitando levantamiento
de medidas contra funcionarios, desde ya debemos iniciar la campaña de la extensión de esas sanciones y que los incluyan en la
lista de indeseables, no para que sientan vergüenza, porque no la tienen, sino
para que no puedan disfrutar la contraprestación que pretendan obtener por el
producto de su traición.
Drogas sí, medicamentos no.-
No hay canal humanitario para dejar entrar
medicamentos al país para salvar millones de vidas. Por los puertos y
aeropuertos venezolanos no pueden pasar medicamentos ni alimentos, pero las
noticias internacionales dan cuenta que, si pueden pasar toneladas de droga. O
sea, menos complicado sacar droga para envenenar el mundo que meter alimentos y
medicamentos para salvar a venezolanos.
¿Maduro y Noriega?-
Muy raro que a los sobrinos de la pareja
presidencial los condenaran a 18 años, cuando muchos especulaban, dada a la
gravedad de la acusación, que los sobrinos podrían sufrir la pena máxima de
cadena perpetua que pudieran acarrear esos casos. Se les acusó de planear el envío ilegal de cientos de kilogramos de cocaína desde
el hangar presidencial en el aeropuerto de Caracas a Honduras, para de allí contrabandear
la droga hacia Estados Unidos. (Por cierto, sobre esto nada ha resuelto la Asamblea Nacional)
En ese tipo de procesos, la justicia
norteamericana toma mucho en cuenta la colaboración que aporten los imputados
para perseguir las distintas ramificaciones que se deriven de la comisión de
esos hechos punibles.
“Los pactos suceden con mucha frecuencia en la
corte federal, porque los casos son muy fuertes. El tiempo de condena disminuye
según la cantidad de información”
Por el tipo de sentencia que dicho sea de paso,
algunos celebraron y otros lamentaron porque esperaban más años de cárcel, no es de extrañar que alguna información
importante tuvieron que aportar los condenados que muy probablemente apuntarían
a otros peces un poco más gordos. Recordemos, se dijo que los sobrinos usaban
el hangar presidencial de Maiquetía, aviones oficiales y pilotos militares. No
es necesario tener una prodigiosa imaginación para concluir hacia qué personas
apuntan el objetivo final. Y si a esos posibles acuerdos de los penados le
sumamos las declaraciones de ex funcionarios (militares y civiles) que han
venido cantando de lo lindo en el imperio americano, y también hacemos un
poquito de memoria para recordar la aparición de aquel capitán de corbeta de
nombre Leamsy José Salazar
Villafaña, podemos ratificar que al rompecabezas ya le faltan pocas piezas por
armar.
Mientras esas investigaciones se siguen
llevando a cabo fuera de Venezuela, acá, en el territorio nacional, es urgente
organizarnos y tener preparado el “pacto 2018”. Es imperioso tender puentes con civiles y militares, así como también,
es indispensable el contacto permanente con países vecinos y organizaciones
internacionales, para coordinar acciones que conlleven al restablecimiento del Estado
de derecho en nuestro país. No nos puede agarrar el catarro sin pañuelo. 2018 será el año del renacer.
Pablo Aure
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