¡Hasta cuándo!
Sin falsos nacionalismos
@pabloaure
Olvídense del tema
electoral. Venezuela no saldrá de la crisis por vías convencionales. Hablar de
elecciones, es la coartada perfecta del régimen
para hacer creer que la oposición tendrá algún
chance de llegar al poder votando.
No pretendo desanimar a
nadie, lo que si deseo es ubicar a los ilusos. Esto es una tiranía que jamás aceptará entregar el
poder por las buenas. Entiéndase
bien: el poder no solo es Maduro, sino todo lo que él representa, eso abarca el
Tribunal Supremo de Justicia, la Fiscalía General de la República y el Poder
Legislativo que en el 2015 lo “ganó”
la oposición mediante elecciones pero se lo dejó arrebatar “judicialmente”. Es
un cuadro cerrado lo que existe entre los distintos poderes para que se cumplan
las órdenes de la tiranía.
Sin presión no hay solución.-
La presión
debe ser continua en lo interno y también desde lo externo. El malestar debe
hacerse sentir en las calles mediante las protestas, siempre de manera
pacificas pero organizadas. Por ejemplo, cuando se proteste en Táchira también debemos hacerlo en Carabobo y en
otros estados. El éxito
de las manifestaciones se materializa cuando se extienden en todo el territorio
nacional. En Caracas es vital que se escuchen los gritos de la molestia
ciudadana.
Nunca exponerse más de
la cuenta, esto es, llegar hasta donde el sentido común lo permita. Susurrarle
a los oídos al sector militar indistintamente al componente que pertenezcan.
Explicarles muy bien que el Socialismo es miseria, hambre y corrupción, que
además, acabará con ellos y con sus familiares.
Este socialismo del Siglo
XXI, corroe a la sociedad hasta convertir a los ciudadanos en esclavos
alimentados de las dádivas del régimen.
Los enferma y los humilla. Ese es el destino que nos espera si seguimos
tolerando a los bárbaros rojos.
Necesario que lo sepan:
no estamos bien ni tampoco vamos por buen camino. Esto cada día se pone peor.
Al que le guste esto que se quede callado y asuma su barranco; pero el que esté
inconforme debe saber que con el silencio no habrá cambios. Pues entonces, no
hay otro camino que la organización para desobedecer al opresor. No esperemos
que otros lo hagan por nosotros. La tarea es de todos. Desde luego, la cosa no
es así de simple. Abajo trataré de explicar lo
que propongo.
¿Unión multinacional?
Si me van a hablar de
elecciones les advierto que conmigo no cuenten. Estoy en la onda de asumir el
compromiso ciudadano de recorrer distintos sitios a los que nos invitan y a los
que por iniciativa propia visitamos, explicando el por qué la salida no será electoral.
En efecto. Imposible
desalojar del poder a “gobernantes”
que no creen en los derechos humanos, esto pasa, por no respetar las normas
elementales de los sistemas democráticos. Para ellos las mayorías no cuentan
para nada si estas no los respaldan. A las mayorías se les silencia con la
artillería de los cuarteles.
Lo preocupante es que en
algunos “opositores” ha
calado el discurso ese de que el voto es la única arma con la que cuentan. Tal
aseveración sería cierta si estuviéramos
en democracia, pero como no lo estamos, el voto no es un arma de los ciudadanos
sino un salvoconducto del cual goza la tiranía para seguir cometiendo sus
desmanes.
Entonces ustedes
preguntarán ¿si no es mediante elecciones, díganos cuál
es la manera? La solución tiene que venir desde afuera. Ya está bueno de caer
en el chantaje de los falsos nacionalistas que pretenden hacernos creer que
somos agentes súper poderosos capaces de imponer la decisión mayoritaria y sacar
a la cuerda de malandros que están atornillados en el poder. A ellos los
desalojaremos el día que se sientan amenazados por otra fuerza, igual o superior
a la que poseen.
Nosotros tenemos la
escritura y el gañote aderezados con pancartas y pitos que exhibimos en las
protestas, que dicho sea de paso: a ellos eso les resbala. Tan es así, que
cuando les da la gana nos encierran y/o nos disparan. Nos encarcelan o nos
matan. Esa lucha es desigual.
Desde ya, tenemos que
diseñar la hoja de ruta. Yo tengo una que he expuestos en varios foros y
asambleas. No propongo a ningún líder para dirigir la salida sino las ideas que
nos harían encontrar el camino de la prosperidad.
Por eso no me queda duda
que, todo cambio en Venezuela, tal como están las condiciones actuales, pasa
por la conformación de una unión multinacional que vigile y garantice la
transición del narco Estado violento hacia una verdadera República. Este asunto
es igualmente urgente para la región, pues la mayoría de las naciones vecinas
tienen sus propios y agobiantes problemas de pobreza, desempleo, que se han
agravado con el éxodo masivo de venezolanos que todos los días cruza las
fronteras en autobuses marchándose a países tan cercanos como Colombia, y tan
lejanos como la Patagonia chilena o argentina.
No más populismo.-
Lo primero que debemos
tener claro es la erradicación del populismo en cualquier acción gubernamental.
Que la gente trabaje y con el producto de su trabajo pueda adquirir los bienes
para vivir y progresar. Quien más trabaje tiene derecho a ganar más. Basta del
Estado benefactor. Hasta cuándo regalar bolsas de comida u ofrecer casas. Quien
acepta un regalo del gobierno es presa fácil de la esclavitud.
Tenemos que garantizar
la inversión privada, tanto nacional como extranjera. Hoy no está garantizada, ni
por los tribunales ni mucho menos por los controles comunistas. En Venezuela la
primera ley que se debe respetar es la “Ley
de la Oferta y la demanda” ningún
precio lo puede fijar el gobierno porque eso se traduce en escasez e inflación.
Indispensable abrirle las puertas a los capitales. Nadie invierte en Venezuela
porque no hay seguridad jurídica. Repito, no puede haber seguridad en un país
cuyo sistema de gobierno no es democrático ni respeta las libertades económicas.
Socialismo es miseria
En Venezuela nada funciona
porque el régimen
así lo ha decidido. Son políticas deliberadas para lograr la indigencia
colectiva. Tener a los habitantes pasando trabajo y viviendo en la miseria. ¿Cómo
explicar el hecho de que han destruido todo? La industria petrolera, los acueductos,
los sistemas eléctricos.
Expropiaron y confiscaron empresas y haciendas que antes eran productivas para
convertirlas en chatarras en ruinas y abandonadas. La devaluación del bolívar
es astronómica. Urgente desmontar el control de cambio que se ha convertido en
la principal fuente de corrupción de enchufados. La grosera diferencia que
existe entre el dólar preferencial de Bs. 10 y el del mercado negro a Bs. 82000
es más que suficiente para darnos cuenta del interés de las mafias rojas
rojitas en mantener ese control.
Sin ayuda internacional no hay salida
No tengo ninguna duda
que la ruta de la prosperidad jamás podrá implementarse sin el apoyo
internacional. En tal sentido, es menester tender los respetivos puentes
internacionales y elaborar el manifiesto que contenga las bases para la liberación
de Venezuela. Exigir la cooperación de fuerzas civiles y militares para ponerlas
en práctica. Establecer un cronograma para ejecutar las acciones que conlleven
a la recuperación nacional y para ello debe constituirse un gobierno de
transición.
Ningún diálogo es productivo cuando las partes
están en desigualdad. Hoy el régimen
se nos presenta fuerte porque posee las armas, por eso, quienes nos oponemos a
este modelo requerimos de una fuerza militar seria y no que no esté sumisa al
tirano, que garantice el cumplimiento de lo que se acuerde en cualquier
negociación.
Mientras no recuperemos
las instituciones y la economía del país
es necio hablar de elecciones. Si Maduro quiere puede seguir siendo el
presidente, pero eso sí, debe cumplir lo que se establezca en las
negociaciones, de lo contrario, las fuerzas armadas multinacionales se encargarían
de hacerlas respetar.
Pablo Aure
En total desacuerdo con Aure. Mucho pesimismo inteligente. Pensar en intervención extranjera es olvidar que hace más de medio siglos fuimos nosotros quienes nosvquitamos el yugo sin ayuda extranjera usando las armas de la república. Lamento la eqivocacon del intelecto.
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