Ante la propuesta del Presidente
Nicolás Maduro hecha el jueves de crear una supuesta “casa de abrigo” para
acoger a niños palestinos heridos y huérfanos, planteando la posibilidad que se
les pueda buscar familias adoptivas en Venezuela, debemos responder con lo
siguiente: “la caridad comienza por casa”
En efecto tenemos cientos de miles
de niños venezolanos que han perdido sus hogares y familiares victimas del
hampa desbordada y no hemos escuchado a Maduro prestar la atención o la protección
a sus compatriotas.
No nos oponemos a que el
presidente se preocupe por los huérfanos de Palestina, pero es menester que
debe atender primero a los de la casa y que muchos de ellos han crecido y quizá
hasta probablemente bastantes se encuentran muertos luego de aquella demagógica promesa del
presidente fallecido en la que juró quitarse el nombre si en un año seguían existiendo
niños de la calle en Venezuela. Hoy no solo es que existen niños en las calles
de Venezuela, sirviendo de maromeros o limpiadores de parabrisas, cuidando
carros o maromeros, sino que hay muchisimos que han desviado su conducta hacia
actividades delictuosas por falta de políticas educativas gubernamentales.
Basta de la demagogia que
caracteriza a este régimen, el pueblo venezolano está a la espera del
cumplimiento de muchas promesas. Eso de acoger niños de otros países suena
interesante si en Venezuela no tuviéramos graves problemas que resolver,
comenzando por el abandono de nuestra maltratada infancia.
Ojalá el régimen liderado por
Maduro se preocupe en realidad por la infancia mundial pero resolviendo primero
la nacional. Ejecute una verdadera política educativa sin ideologización; por
ejemplo que aproveche este mes de vacaciones y recupere las escuelas recuperen
sus baños, las doten de cómodos pupitres,
los techos no tengan goteras, estén pitadas y entregadas con materiales de
primera así como también para que sus maestros y profesores tengan mejor calidad de vida esto se traduce en contratarle
buenos seguros de vida y desde luego mejorando sus salarios. También, y por qué
no: que cada niño que ingrese al colegio desde la educación inicial tenga su seguro
de Hospitalización y Cirugía.
Ojalá Maduro se preocupe también
por los miles de niños venezolanos cuyos padres están presos por diversas
razones, bien sea por delitos comunes o los presos políticos que abundan en
nuestro país.
Maduro pretende rescatar a los niños
del mundo pero cada vez desatiende en mayor escala a los hijos de Venezuela,
nuestra querida Patria.
Por cierto Maduro habla de
refugio para los niños de gaza pero olvidando a los refugiados que todavía están
pasan trabajo aquí mismo en nuestra nación, víctimas de la tragedia de Vargas. Es
decir cómo creer en esta nueva promesa hacia el extranjero si en lo nacional
estamos cada día con una infancia más abandonada. Hace poco ofreció también enviar medicinas y
alimentos para Palestina, cuando aquí se muere la gente de mengua por falta de
insumos en los hospitales, no hay medicamentos para la diabetes, cáncer, hipertensión;
¿o es mentira el ruleteo en los hospitales por falta de insumos? y ni hablar del
desabastecimiento en los supermercados y abastos que está a la vista de todos
aunado a las eternas colas para conseguir gas y otros los productos de la cesta
básica. Es decir con esas promesas maduro pretende seguir burlandose de los venezolanos.
@PabloAure
Esta nota fue publicada en Notitarde el día de hoy
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