“Pa´lante
es pa´llá”/ Dimitry Belov
Lo más útil, en los tiempos de dificultad, es mantener siempre el foco
puesto hacia dónde queremos ir. Esa visión que enmarca a un país de convivencia
armoniosa, próspero, desarrollado, futurista, justo, humano y digno para todos,
sigue siendo la misma causa que motiva a cientos de miles de ciudadanos dispuestos
a abandonar la comodidad de sus hogares para salir a conquistarla en tiempos
pasados y en el presente. Mantener en nuestra mente la imagen de nuestro destino
hace que no perdamos en el camino.
Cada vez que los venezolanos compartimos una gran visión positiva,
nuestras capacidades se alinean a ese objetivo de beneficio común. Es por ello
que es tan importante cualquier manifestación de visualización, exigencia,
incluso hasta de oración colectiva en una petición. Esas peticiones normalmente
nos llegan en la forma de oportunidades para ser aprovechadas. Debemos
abandonar la práctica de vestirnos de culpas y asumir un gran “lo siento” por
aquello que nos pese de nuestro pasado republicano y así nos permitamos
reunirnos en torno a un nuevo futuro.
La oportunidad para reencontrarnos como nación está puesta en la mesa, hoy
tenemos un poder legislativo legítimamente constituido de manera plural,
democrática, que ha demostrado nuestra capacidad de perdonarnos entre
conciudadanos con miras hacia el mañana. Atravesamos una mega crisis que obliga
a desarrollar una inmensa creatividad y solidaridad como sociedad. Quienes se
volvieron un obstáculo y amenaza para el
desarrollo nacional, hoy carecen del soporte popular, además de haberse
deslegitimado a través del ejercicio de la corrupción y la opresión. Estamos
llamados a desmontar las diferentes barreras que nos apartan del camino del
bienestar. En los variados espacios ciudadanos podemos encontrarnos para poder
accionar los más inmediatos de los mecanismos de cambio político nacional. Esa
es la mayor demostración de amor nacional que podemos darle hoy a Venezuela
Promover desde el encuentro público las vías para los cambios, que
requiere la nación para flotar otra vez, serán vitales en el nivel de
compromiso que nuestros representantes asuman para con el electorado que recién
los eligió. Esa exigencia ayudará a lubricar la estructura cívica que permitirá
el accionar coordinado de la sociedad, en función de una respuesta definitiva
al trance político y de valores causantes de las demás crisis del país.
El momento apremia para aprovechar las condiciones, el riesgo más grande
es dejarnos invadir por la inacción y dejar pasar la coyuntura. La coherencia,
la unión, la cercanía, el compromiso y desprendimiento deberán ser los
estandartes para el arranque del gran movimiento nacional que asegure una
transición no violenta hacia una real democracia y al desmontaje del sistema
político-económico que nos divorcia de
un futuro brillante. Habiendo tomado el camino de la acción nos aseguraremos un
futuro de orgullo y de agradecimiento entre todos los venezolanos. La vía,
aunque empedrada, está bien despejada, pa´lante es pa´llá.
@DimitryBelov
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