domingo, 30 de abril de 2017

Un llamado de alerta a la FAN

¡Hasta cuándo!
Un llamado de alerta a la FAN
@pabloaure
Señores, lo que escribo no es que lo veo venir, sino lo que ya está pasando. He allí mi llamado desesperado a la Fuerza Armada Nacional, que no es para que den un golpe de Estado, sino para que reestablezcan el hilo constitucional. Que no permitan que un mismo pueblo se mate entre sí por un capricho dictatorial. Ellos -la FAN- no deben obedecer órdenes contrarias a los derechos humanos. Sabemos que en la Guardia Nacional se alcahuetean las directrices tiránicas al ser cómplices de los sicarios (mal llamados colectivos). Hay fotos, grabaciones y testimoniales que revelan la convivencia entre jefes de la GN y colectivos (sicarios). Todos en la FAN, indistintamente al componente que pertenezcan, deben estar claros de que por acción o por omisión, el brazo de la justicia les alcanzará, porque ningún gobierno es a perpetuidad. Algunos escaparán momentáneamente, pero a otros los apresarán inmediatamente. Los que han acatado las órdenes serán los primeros presos, mientras quienes han sido sus autores intelectuales quizá se fuguen con los dólares que han robado. Pero en cuestión de tiempo los sentarán en el banquillo de los acusados, si se salvan de alguna turba enloquecida buscando venganza en lugar de justicia. Nuevamente, he allí mi preocupación. La FAN puede evitar males mayores. Tanto los asesinatos por encargo, como las reacciones enloquecidas por arrebatos de intenso dolor en los que pueda estar incursos ciudadanos que han perdido a un familiar por mandatos dictatoriales.
Que no se equivoquen los voceros.-
La gente está molesta e inquieta, y lo que es más peligroso: está dispuesta a todo. Algunos se molestan por las “guarimbas” cuando son cerca de sus casas o cuando tienen que salir para alguna parte. Mientras no tengan que utilizar las vías que suelen trancarse, dicen “la cosa está fea en tal sitio”,  pero fea no para los que quieren salir del régimen, sino para quienes tienen que destrancar las autopistas, o controlar a los manifestantes, cuya naturaleza no es la misma que la de los sicarios que emplea el régimen en la represión. Recordemos las muertes de los manifestantes y de otros que no manifiestan pero una bala perdida disparada por los mercenarios “colectivos” los alcanza. Hay funcionarios policiales y militares que ahora no se conforman con lanzar “gas del bueno”, sino que previamente apuntan la bomba al cuerpo de algún joven involucrado o no en las protestas, produciéndose desenlaces fatales. Que lo tengan claro, esas muertes y heridas no quedarán impunes, y los más bolsas (el que accionó el arma) serán los que pagarán en las primeras de cambio esos crímenes, luego, cuando se extraditen, se juzgarán a los que dieron la orden. Júrenlo que eso va a ocurrir.
Mi preocupación actual.-
Cuando digo que hay personas que están dispuestas a todo, o a muchas cosas, es porque lo siento así. Presumo que el desespero puede desencadenar en una tragedia de magnitudes inimaginables. En Caracas ocurrió aunque con poca divulgación. Enfrentamientos entre sicarios (colectivos) y representantes espontáneos de un pueblo hambriento (ambos armados) decenas de muertos que dijeron se electrocutaron, aunque otra versión afirma que fueron ejecutados. Eso es una realidad, aquí en Venezuela cualquiera tiene un arma. Miles de veces escuchamos hablar de planes de desarme y nunca se cumplieron. La violencia irracional o anarquizada puede desencadenar en algo terrible. Desgraciadamente pagarán justos por pecadores. Hermanos contra hermanos. Unos defendiendo una ideología, que no es otra cosa que el mantenimiento en el poder de personas detestadas por los ciudadanos, y otros defendiendo su legítimo derecho a protestar, o simplemente algo más elemental: buscando alimentos o medicamentos.
La calle no se enfriará.
A los que piensan que la MUD puede estar cocinando un pacto para enfriar las calles y oxigenar a Maduro, solo me queda decirles, que no se preocupen, porque los ciudadanos comprometidos con los cambios rebasaron cualquier decisión de los que han pretendido ser sus voceros. El pueblo decidió sacar al régimen y también a sus colaboradores, sean del PSUV o estén mimetizados dentro de la MUD. Por lo pronto, a seguir participando en las marchas que convoque la MUD o por el contrario, las pretenda obstaculizar, como ha sucedido con las dos últimas marchas de Valencia, convocadas tanto por la Universidad de Carabobo -que llegó hasta el Fuerte Paramacay- o la que convocó el movimiento Compromiso Ciudadano, Vente Venezuela, algunos sectores estudiantiles, y GANA denominada “Marcha de las mujeres aguerridas”. Con esas dos marchas se demostró que el poder de la convocatoria no es exclusivo de alguna determinada organización sino de los ciudadanos.
También quiero aprovechar este espacio para recordar que las marchas no son la única forma de protestar, debemos retomar la experiencia positiva del plantón y multiplicarla, es más seguro y además permite que los manifestantes se conozcan entre si y se cree una resistencia más organizada.  Es contagioso el entusiasmo juvenil, les confieso mi admiración por la fe  y la esperanza que transmiten personas de la tercera edad que se han lanzado a las calles. Dicen los que otros discretamente comentan: “esto no sale con elecciones”. Estoy convencido, al igual que ellos, de que el tema electoral en este momento debe ser apartado de las agendas de protestas. Cuando se introduce ese asunto de las elecciones comienzan las sospechas hacia quienes creen hablar en nombre de la oposición. Lo he dicho muchas veces, pero quiero que les quede claro: la gente no marcha pidiendo elecciones, sino cambio de régimen. Ustedes se preguntarán: ¿cómo puede ser eso posible sin que existan elecciones? También lo hemos conversado: no necesariamente el sufragio es un mecanismo constitucional. Es el ideal en democracia, pero en dictadura es una falacia.
Remar hacia el mismo horizonte
La idea es unificar criterios, que la MUD y todas las organizaciones ciudadanas tengan coincidencia en los propósitos de lucha. Este debe ser contra la tiranía y no del apoyo a tal o cual candidato a gobernador o alcalde. Repito esta batalla no es para tenderle alfombras al régimen y cohabitar con él acordando unas elecciones regionales inoficiosas. Un gobernador o un alcalde opositor, tendrá el mismo final que los actuales: de manos atadas. Porque no existe la descentralización, los estrangulan presupuestariamente y los amenazan con la inhabilitación o la cárcel. De esa cabuya tenemos un rollo; alcaldes sumisos a gobernadores rojos rojitos.   
Que cada quien marche con su consigna preferida. La mía es, ABAJO LA DICTADURA.
Nota final.-
Secuestros exprés en las guarimbas.
Hay Policías y Guardias Nacionales que imposible no estén en connivencia con sus jefes que han visto en las “guarimbas” una importante fuente de ingresos económicos. Secuestran (esa es la palabra) a los manifestantes o curiosos, para extorsionarlos, los ruletean, les siembran artefactos explosivos, cauchos, bombas molotov y le dan discursos de psicoterror hasta que el muchacho -o no tan muchacho- detenido (secuestrado) ofrece una cantidad de dinero (les cobran en dólares tal cual lo que son: ladrones) y les dan la libertad. Cuentos como esos he escuchado muchísimos.

Pablo Aure  

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