Un llamado de alerta a
la FAN
@pabloaure
Señores, lo que escribo no es que lo veo venir, sino lo que
ya está pasando. He allí mi llamado desesperado a la Fuerza Armada Nacional,
que no es para que den un golpe de Estado, sino para que reestablezcan el hilo
constitucional. Que no permitan que un mismo pueblo se mate entre sí por un
capricho dictatorial. Ellos -la FAN- no deben obedecer órdenes contrarias a los
derechos humanos. Sabemos que en la Guardia Nacional se alcahuetean las
directrices tiránicas al ser cómplices de los sicarios (mal llamados
colectivos). Hay fotos, grabaciones y testimoniales que revelan la convivencia
entre jefes de la GN y colectivos (sicarios). Todos en la FAN, indistintamente
al componente que pertenezcan, deben estar claros de que por acción o por
omisión, el brazo de la justicia les alcanzará, porque ningún gobierno es a
perpetuidad. Algunos escaparán momentáneamente, pero a otros los apresarán
inmediatamente. Los que han acatado las órdenes serán los primeros presos, mientras
quienes han sido sus autores intelectuales quizá se fuguen con los dólares que
han robado. Pero en cuestión de tiempo los sentarán en el banquillo de los
acusados, si se salvan de alguna turba enloquecida buscando venganza en lugar
de justicia. Nuevamente, he allí mi preocupación. La FAN puede evitar males
mayores. Tanto los asesinatos por encargo, como las reacciones enloquecidas por
arrebatos de intenso dolor en los que pueda estar incursos ciudadanos que han
perdido a un familiar por mandatos dictatoriales.
Que no se equivoquen
los voceros.-
La gente está molesta e inquieta, y lo que es más peligroso:
está dispuesta a todo. Algunos se molestan por las “guarimbas” cuando son cerca
de sus casas o cuando tienen que salir para alguna parte. Mientras no tengan
que utilizar las vías que suelen trancarse, dicen “la cosa está fea en tal
sitio”, pero fea no para los que quieren
salir del régimen, sino para quienes tienen que destrancar las autopistas, o
controlar a los manifestantes, cuya naturaleza no es la misma que la de los
sicarios que emplea el régimen en la represión. Recordemos las muertes de los
manifestantes y de otros que no manifiestan pero una bala perdida disparada por
los mercenarios “colectivos” los alcanza. Hay funcionarios policiales y militares
que ahora no se conforman con lanzar “gas del bueno”, sino que previamente
apuntan la bomba al cuerpo de algún joven involucrado o no en las protestas,
produciéndose desenlaces fatales. Que lo tengan claro, esas muertes y heridas
no quedarán impunes, y los más bolsas (el que accionó el arma) serán los que
pagarán en las primeras de cambio esos crímenes, luego, cuando se extraditen,
se juzgarán a los que dieron la orden. Júrenlo que eso va a ocurrir.
Mi preocupación
actual.-
Cuando digo que hay personas que están dispuestas a todo, o a
muchas cosas, es porque lo siento así. Presumo que el desespero puede
desencadenar en una tragedia de magnitudes inimaginables. En Caracas ocurrió
aunque con poca divulgación. Enfrentamientos entre sicarios (colectivos) y representantes
espontáneos de un pueblo hambriento (ambos armados) decenas de muertos que
dijeron se electrocutaron, aunque otra versión afirma que fueron ejecutados.
Eso es una realidad, aquí en Venezuela cualquiera tiene un arma. Miles de veces
escuchamos hablar de planes de desarme y nunca se cumplieron. La violencia
irracional o anarquizada puede desencadenar en algo terrible. Desgraciadamente
pagarán justos por pecadores. Hermanos contra hermanos. Unos defendiendo una
ideología, que no es otra cosa que el mantenimiento en el poder de personas
detestadas por los ciudadanos, y otros defendiendo su legítimo derecho a
protestar, o simplemente algo más elemental: buscando alimentos o medicamentos.
La calle no se
enfriará.
A los que piensan que la MUD puede estar cocinando un pacto
para enfriar las calles y oxigenar a Maduro, solo me queda decirles, que no se
preocupen, porque los ciudadanos comprometidos con los cambios rebasaron
cualquier decisión de los que han pretendido ser sus voceros. El pueblo decidió
sacar al régimen y también a sus colaboradores, sean del PSUV o estén
mimetizados dentro de la MUD. Por lo pronto, a seguir participando en las marchas
que convoque la MUD o por el contrario, las pretenda obstaculizar, como ha
sucedido con las dos últimas marchas de Valencia, convocadas tanto por la
Universidad de Carabobo -que llegó hasta el Fuerte Paramacay- o la que convocó
el movimiento Compromiso Ciudadano, Vente Venezuela, algunos sectores
estudiantiles, y GANA denominada “Marcha de las mujeres aguerridas”. Con esas
dos marchas se demostró que el poder de la convocatoria no es exclusivo de alguna
determinada organización sino de los ciudadanos.
También quiero aprovechar este espacio para recordar que las
marchas no son la única forma de protestar, debemos retomar la experiencia
positiva del plantón y multiplicarla, es más seguro y además permite que los
manifestantes se conozcan entre si y se cree una resistencia más organizada. Es contagioso el entusiasmo juvenil, les
confieso mi admiración por la fe y la
esperanza que transmiten personas de la tercera edad que se han lanzado a las
calles. Dicen los que otros discretamente comentan: “esto no sale con
elecciones”. Estoy convencido, al igual que ellos, de que el tema electoral en
este momento debe ser apartado de las agendas de protestas. Cuando se introduce
ese asunto de las elecciones comienzan las sospechas hacia quienes creen hablar
en nombre de la oposición. Lo he dicho muchas veces, pero quiero que les quede
claro: la gente no marcha pidiendo elecciones, sino cambio de régimen. Ustedes
se preguntarán: ¿cómo puede ser eso posible sin que existan elecciones? También
lo hemos conversado: no necesariamente el sufragio es un mecanismo
constitucional. Es el ideal en democracia, pero en dictadura es una falacia.
Remar hacia el mismo
horizonte
La idea es unificar criterios, que la MUD y todas las
organizaciones ciudadanas tengan coincidencia en los propósitos de lucha. Este
debe ser contra la tiranía y no del apoyo a tal o cual candidato a gobernador o
alcalde. Repito esta batalla no es para tenderle alfombras al régimen y cohabitar
con él acordando unas elecciones regionales inoficiosas. Un gobernador o un alcalde
opositor, tendrá el mismo final que los actuales: de manos atadas. Porque no
existe la descentralización, los estrangulan presupuestariamente y los amenazan
con la inhabilitación o la cárcel. De esa cabuya tenemos un rollo; alcaldes
sumisos a gobernadores rojos rojitos.
Que cada quien marche con su consigna preferida. La mía es,
ABAJO LA DICTADURA.
Nota final.-
Secuestros exprés en
las guarimbas.
Hay Policías y Guardias Nacionales que imposible no estén en
connivencia con sus jefes que han visto en las “guarimbas” una importante
fuente de ingresos económicos. Secuestran (esa es la palabra) a los
manifestantes o curiosos, para extorsionarlos, los ruletean, les siembran
artefactos explosivos, cauchos, bombas molotov y le dan discursos de
psicoterror hasta que el muchacho -o no tan muchacho- detenido (secuestrado)
ofrece una cantidad de dinero (les cobran en dólares tal cual lo que son:
ladrones) y les dan la libertad. Cuentos como esos he escuchado muchísimos.
Pablo Aure
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