¡Hasta cuándo!
Pablo Aure
Por fin Chávez dijo la verdad. El sábado le habló más que al país, a sus seguidores y a su familia. Trató de dejar todo en su lugar manifestando cómo deben seguir las cosas después de su muerte: algo así como cuando el padre agonizante le dice a sus herederos la manera como desea que se sigan administrando sus negocios.
Nicolás será quien ocupe su lugar, según él, pero no creo que Diosdado Cabello respete esa última voluntad de su líder. Va a ocurrir lo mismo que a veces sucede en las familias cuando el padre muere: se pelearán por la herencia.
Nuevamente afirmamos que los médicos tratantes del presidente junto con los estrategas cubanos del G2 calcularon muy bien los avances del cáncer al decidir adelantar para el 7 de octubre sus elecciones porque para diciembre hubiera sido poco probable que estuviera en condiciones.
Comodidad en la transición.-
La irresponsabilidad no pudo ser mayor, tanto la de Chávez, que dijo que las células malignas habían desaparecido de su organismo, como la de los que conocían de su gravedad, que sometieron al pueblo a esto. Elegir prácticamente a un desahuciado, con la inmensa dilapidación de recursos públicos que se hizo con la campaña del “Corazón de la patria”. Cuántas escuelas y hospitales no se hubieran hecho en Venezuela con ese dinero. Es verdad, eso es lo que más nos duele.
Repito: es irresponsable con el país haberse lanzado. Pero ese efecto probablemente no aparecerá de inmediato. El suceso de la muerte y sobre todo, seguramente los funerales tratarán de darle continuidad al liderazgo. El chavismo persistirá un tiempo. No sé cuánto. Pero estimo que los nuevos actores pudieran ser más cómodos para la transición. Ellos van por el mantenimiento del poder. Sus razones serán que ganaron con el moribundo. Veremos. Ya llegaron las dificultades.
Jefe por pocos días
Ahora entendemos la razón por la cual hace tres semanas Nicolás Maduro habló de un nuevo proceso constituyente. Ya sabía que sucedería a Chávez, pero no le gustaba la idea de que solo fuera por pocos días. Insistimos, imaginándonos que una de las propuestas era modificar el artículo 233 para que, en caso de producirse la falta presidencial en cualquier momento del mandato, no existiera la necesidad de llamar a un nuevo proceso electoral y de esa manera asumir la presidencia por el resto del período constitucional. Les faltó poquito para perpetrar ese otro fraude a la Constitución. Ya lo veo difícil.
Los tiempos no le dieron, y el enfermo se agravó. Ahora solo podrá decir que fue jefe, a lo sumo, por 30 días, si no es que Diosdado activa los prescrito en el 233 de la Constitución y conmina al TSJ a declarar la incapacidad física permanente del presidente -lo cual es una falta absoluta- para asumir él el mandato provisional mientras se convoca a elecciones. Todo es posible.
Capriles botaste la bola.-
Hoy cobra fuerza lo que en algún momento dijimos: Henrique Capriles ha debido quedarse como líder nacional de la Oposición. Ya la tenía unida. Ahora todo cambió. Prefirió permanecer en Miranda como dirigente regional. El agalludo come crudo, dicen.
Todo hubiese sido menos complicado si Capriles en este momento no estuviese aspirando a la gobernación de Miranda, pues era el líder natural para la próxima contienda electoral, la que, seguramente, y de acuerdo al panorama, será el próximo año.
Elecciones sin candidato opositor
El oficialismo la tiene difícil, pues a pesar de las recomendaciones que Chávez dejó en su despedida sobre Maduro como sucesor, creemos que el sector militar no se va a calar y apostarán más bien a Diosdado Cabello, que es de los de ellos. Pronto se develará esa situación. Chávez la noche que expresó su testamento los sentó a cada lado como para decirnos claramente: “el mío es Maduro”.
En cuanto a la oposición, creemos que es más complicado el asunto. No hay un liderazgo vertical. Ya no nos calamos las imposiciones, y lo peor de todo es que hay un gentío que se siente presidenciable. Por ejemplo: el Pollo Henrique Fernando Salas, se lanzó ayer desde el Forum en Valencia.
No sé si el mecanismo será el de otras primarias, o una especie de consenso patriótico verdadero que tome en cuenta los aportes (en votos) de las regiones. Tiene que ser así, porque ningún partido político tiene un dominio verdadero en todas las regiones. Los chavistas tienen su candidato, mientras nosotros no tenemos ni la sospecha de quién será el contendor de Maduro o de Diosdado.
2013 año de turbulencias
El cáncer o la muerte de Chávez no representarían males mayores si el gobierno no hubiese roto el cochinito para comerse irresponsablemente los ahorros del pueblo. La inflación se disparará y los servicios públicos continuarán fallando; el lago de Valencia sigue haciendo estragos en el viaducto La Cabrera; y quién sabe si de tanto ir el agua a las bases, lo derrumbe; también la vía que conduce a Güigüe podrá colapsar; los niveles de delincuencia y de inseguridad se incrementan; las universidades siguen padeciendo los recortes presupuestarios, lo que inevitablemente generará protestas a granel. En fin, el próximo año será de pronóstico reservado, con un posible entierro y nuevas elecciones.
Siempre queremos ver el panorama con optimismo, pero lamentamos no poder decir nada alentador.
Venezuela está a merced de un enfermo en estado terminal y de una clase política aterrorizada. Parece mentira que la salud del pueblo mejora o empeora dependiendo de la capacidad de maniobra de quien desde hace 14 años ocupa la silla presidencial.
A todas éstas, este pueblo que sigue creyendo en mesías no ve a otro distinto que al moribundo. Inclusive, los que no son chavistas, vaticinan una tragedia si Chávez llega a morir en los próximos días. Ellos dicen que es difícil controlar los demonios y lo reconocen como el único capaz de dominarlos. Es como una banda de delincuentes dirigidas por un gran matón, que cuando desaparece no hay ya quién pueda mandar.
¿Y las regionales?
La ausencia de Hugo Rafael afectará notablemente a sus candidatos impuestos. Veamos qué ocurre en esta última. Ya sabemos que los candidatos rojitos tendrán que correr duro en la recta final, ahora sin la ayuda de Chávez. De todas maneras creemos que a estas alturas ya era muy poco el empujón que les podía haber dado. Estuvo mucho tiempo ausente y ahora, después de la despedida del sábado sus seguidores lo percibirán como un enfermo terminal y preferirán irse por lo seguro. Los candidatos oficialistas al igual que quien los ungió cada día se irán desmoronando.
La unidad en Carabobo.
En el acto de ayer en el Forum, hay que reconocerlo, se respiraba un ambiente de unidad alrededor de Henrique Fernando, y evidentemente uno de los protagonistas principales fue sin dudas Enzo Scarano, quien hasta la semana pasada tenía tienda aparte para el Consejo Legislativo.
Scarano y Salas entendieron que deben estar no solamente unidos sino trabajar juntos para defender la democracia; ellos saben que más allá de las diferencias que, desde luego, existen, por encima está el interés superior: defender a Carabobo.
Pudo más la sindéresis y el interés común que las lógicas apetencias fraguadas en las luchas. En Carabobo pudiéramos decir que se dictó cátedra de mesura y cordura política que proyectará al alcalde de San Diego hacia nuevos derroteros. Es un hecho cierto que dibujan los sembradores de futuro.
Desde esta trinchera los exhorto, a que esa unión no se materialice solo en una foto sino en el firme compromiso de llevar a sus electores a las mesas electorales. Me consta que Enzo Scarano está haciendo lo propio para que Henrique Fernando sea reelecto gobernador de Carabobo y evitar retroceder a lo vivido cuatro años atrás.
A votar y a ganar.
@pabloaure
No hay comentarios:
Publicar un comentario