viernes, 12 de octubre de 2012

La verdad sobre la deuda social en la UC ¿quién y por qué miente?


Hace algunos días en las redes sociales corrió una campaña en contra de algunas decisiones del Consejo Universitario de la UC en cuanto a la deuda que se mantiene con las cajas de ahorros del personal universitario.
Se aseveró que la actual gestión rectoral no cumple con sus obligaciones para con las cajas de ahorro, que no entera los aportes. Y además que cuando se elabora el presupuesto anual no se contempla lo correspondiente a los aportes patronales al personal docente y de investigación.
Estimados colegas universitarios, quiero decirles que desde el año 1999 hasta el año 2008, esos aportes se presupuestaban pero no se entregaban a las cajas de ahorro; precisamente en esos años no estaba esta gestión rectoral. La deuda que existe con las cajas de ahorros no es imputable al actual periodo pues, desde el año 2008 religiosamente por parte de los ordenadores de pago (Rectora) se viene cumpliendo con el pago de la deuda social, producto de todo lo que por ese concepto recibe la Universidad de Carabobo. Antes de esta gestión, como dije antes, esos recursos eran utilizados para otros fines (planta física entre otros), y paradójicamente los que hoy reclaman la mora en el pago, antes guardaban silencio y aprobaban en el CU las reformulaciones presupuestarias que desviaban esos aportes para fines distintos al pago de la deuda social.
Hoy, el panorama es muy distinto a los años anteriores, cuando existía una bonanza económica con presupuestos superiores a los de los últimos años (sin considerar la inflación)
Desde hace más de 4 años el ejecutivo con una política de estrangulamiento, nos ha disminuido el presupuesto, pero con el agravante que el mismo no se puede cargar en la pagina si supera un determinado monto (este año tenemos un déficit de más del 60%) El Ejecutivo nos fija un monto determinado y nuestros técnicos deben hacer magia para cubrir ciertos gastos para si acaso mantener abiertas las puertas de la UC; inmediatamente que los técnicos elaboran el “presupuesto” dentro de la camisa de fuerza que decide el ejecutivo, la insuficiencia presupuestaria se envía mediante otras operaciones, por lo general llegan a las universidades vías créditos adicionales. Eso se ha venido haciendo desde hace más de 4 años.
Estimados colegas, hemos puesto el mejor empeño para administrar con criterios de escasez y sobre todo de honradez los menguados recursos que recibimos, que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas.
Nuestra rectora ha sido supremamente cuidadosa para que nuestro personal  siempre sea atendido.
En cuanto al tratamiento que han recibido las cajas de ahorro, le pongo a su disposición una carta que ha llegado a mis manos que demuestra que a pesar de la grave crisis nuestra gestión rectoral se ha mantenido solvente con sus pagos. Saquen uds sus propias conclusiones. ¿Quién miente?      

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