lunes, 9 de julio de 2012

Golpistas y tramposos


¡Hasta cuándo!
(Foto El Carabobeño)
Pablo Aure/ El Carabobeño 09/07/2012 
pabloaure@gmail.com
Estamos a poco menos de tres meses de las elecciones presidenciales del 7 de octubre y la incertidumbre pareciera ser la sensación que se apodera del electorado. De ningún lado hay certeza, por muy seguros que quieran hacerse ver. Los rojos saben que han perdido mucho terreno, y los demócratas progresistas, dudan de una transición en sana paz, es decir, sin  violencia, como tendría que ser.  
Las encuestas, dependiendo del ente contratante dicen cosas diferentes. Las hay para todos los gustos. Desde las que dicen que existe un empate técnico entre Capriles y Chávez hasta las que señalan que por su lado ambos estaría ganando, algunas con mayor margen que otras. 
Si a esa inseguridad que reflejan las encuestas le sumamos los constantes señalamientos que hacen desde el oficialismo de que la oposición no reconocerá un resultado adverso, nos hace pensar que los que tienen montada la trampa son exactamente los rojos. Lo digo por la sencilla razón de que un gobierno democrático y que, además, la gente lo perciba como tal, jamás debería preocuparse por la reacción de su contrincante si en realidad no fuera favorecido en el proceso electoral. Probablemente una gruesa representación del chavismo en absoluto sería capaz de reconocer el triunfo de Capriles. He pensado muchas veces que maquinarán lo que sea necesario para que el boletín del tampoco confiable Consejo Nacional Electoral arroje como ganador al comandante-presidente. Ya lo intentaron hacer una vez cuando el referéndum sobre la reforma constitucional y encontraron resistencia desde el alto mando militar. 
Ahora, eso, digan lo que digan de la IV República, ni remotamente nos lo representábamos. En un país donde exista confianza en sus instituciones no debería ni siquiera mencionarse la posibilidad de desconocer un resultado electoral. Ah, pero como todos sabemos lo que ha hecho Hugo Rafael con los poderes, pues, entonces, podemos esperar cualquier manotazo. Por eso le digo a los amigos rojos rojitos: si alguien es capaz de desconocer los resultados electorales del 7 de octubre, no seremos precisamente los que apoyamos a Henrique Capriles Radonski sino los que no son demócratas, como Hugo Rafael Chávez Frías y algunos otros militares que a su sombra se cobijan para cometer toda clase de corrupción.  Allí la justificación de la cantaleta del desconocimiento que viene predicando el oficialismo. Reflexión: ¿Ustedes creen que alguien que fue capaz de alzarse contra un gobierno elegido democráticamente no será capaz de hacer trampa para permanecer en el poder sobre todo si saben que las cuentas que tienen pendiente con la justicia dentro de poco deberán saldarlas? Les contestaré de la misma manera como me respondió Marcel Granier cuando le hice esa pregunta aquí en Valencia: en Venezuela ocurrirá lo que el pueblo desee que ocurra. En nuestras manos estará hacer respetar el resultado electoral. 
También exportamos golpes de Estado.- 
Vaya raya la venezolana: tener un canciller conspirador e instigador. En lugar de utilizar las herramientas de la diplomacia para dirimir los conflictos, ese  señor utiliza las armas propias de un gobierno forajido militarista: tratar de sobornar al brazo militar de otro país. En efecto, Nicolás Maduro fue a Paraguay, como lo hicieron casi todos los cancilleres, y se reunieron en el Palacio de López para tratar de mediar en los acontecimientos previos al juicio político que destituyó a Fernando Lugo. Pero Maduro, a decir de algunos militares paraguayos, se pasó de la raya. Ayer  la edición del diario O Globo de Brasil recoge algunos señalamientos que incriminan a Maduro de inmiscuirse en los asuntos internos de otros países. Señala el rotativo brasileño: El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela habría presentado una propuesta por escrito de un “aviso” para ser firmado por los jefes militares. El texto decía que solo reconocerían a Lugo como presidente. Maduro instó a salir a la calle para “no permitir” el proceso en el Senado. 
“El ministro de Venezuela llegó a golpear la  mesa  diciendo  que Lugo era el Presidente” 
Imagínense: Si nuestro canciller es capaz de conspirar en Paraguay, quién podría dudar que lo haría  aquí y con mayor intensidad para impedir que Henrique Capriles llegue a la Presidencia. 
Esperemos dictamen de la OEA 
Mañana se reunirá el Consejo Permanente para analizar el informe del caso Paraguay.  A esta hora, debe estar comprometiéndose el erario público del pueblo de Venezuela para lograr una decisión que complazca a Hugo Rafael. Ya Maduro intentó hacerlo con los militares, ahora cómo dudar que también intentará sobornar a sus pares diplomáticos. 
Este fin de semana que recién culmina Hugo Chávez  en el Foro de Sao Paulo se ensañó contra el gobierno de Federico Franco y los senadores del Congreso paraguayo. No escatimó  ningún calificativo. Los trató de “peleles”, “lacayos”, “pila de bandidos”, “mafiosos”, “arrastrados” y “pitiyankis”. 
Pena sentimos sufrir este gobierno que no tiene el más mínimo respeto a quienes disienten de sus propósitos.  
Hay un camino- 
A todas éstas, aquí en Venezuela Henrique Capriles sigue recorriendo todos los rincones de la geografía del país. Camina, saluda a la gente y se nutre de pueblo. No anda en carrozas alejado de las multitudes. Nada de eso, se presenta vigoroso dispuesto a gobernar por todo el período presidencial. Con él no existe el dilema que nos pudiera hacer dudar entre si está enfermo o está sano. Se le aprecia joven y saludable: seguridad que debe transmitir un candidato presidencial sobre quien recaerá la responsabilidad de gobernar a Venezuela hasta el año 2019. 
Lo que se vivió el sábado en La Vega no es otra cosa que el desespero gubernamental ante el carisma de Capriles. Se niegan en aceptar que visite los sectores donde antes Chávez era el líder y donde ha sido desplazado por mentiroso, y por haber traicionado las esperanzas del pueblo. 
Excusa absurda que la multitud que acompañaba a Capriles por La Vega provocó a los vecinos. Y de peor calaña es señalar a los seguidores del candidato de la democracia de haber saqueado un “mercal”. La Policía Nacional Bolivariana impidió el acceso a La Vega porque recibió órdenes del supremo jefe: “A los “escuálidos” (que cada vez se evidencia nuestra mayoría) no le permitan llegar a ningún lado”, Chávez sigue jugando con candela. Por nuestra parte, Capriles avanza consistentemente en los sectores populares. Realmente es un huracán lo que recorre las calles de Venezuela. 
@pabloaure 
www.pabloaure.blogspot.com

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