Como
borrachos de plaza/ Dimitry Belov
Dos personajes,
cada uno en su espacio, representantes ambos de la pequeña facción más
recalcitrante y decadente dentro del partido rojo, uno en radio y otro en
televisión, dedican un programa entero a difamar, mostrar audios forjados de
grabaciones obtenidas ilegalmente y a incitar el odio hacia quienes de alguna u otra forma les son incómodos.
Sus perversas
acciones solo buscan, de manera irresponsable, pasarle la papa caliente que
significa el despilfarro, la siembra de grupos armados, la violación
sistemática de las libertades, la no culminación de obras y una gestión dedicada
a dejar vacías las arcas públicas, a cualquier hijo de vecino que caminando por
la calle, medio se le ocurra alzar la voz. Es que ni con magia van a poder
desviar la atención del 80% de la población que ya sabe, que ya internalizó,
que ya están conscientes que los culpables de este caos generalizado son
justamente esos personajes, la cupulita más podrida del PSUV y su club de
amigos.
Están tan
desfasados que toda Venezuela se está moviendo en la búsqueda de una solución
común a la crisis social, moral, política y económica. Ya sea vía constituyente
o cualquier mecanismo, político y constitucional, de reelaborar el pacto social
de convivencia, aquí lo que viene es diálogo, viene sacar a los estudiantes
presos, a los activistas y a los políticos. Aquí lo que viene decirle CHAO y mandar
a esos militares y policías cubanos para
su casa. Se acerca el día del desarme total de los “colectivos”. Viene el momento donde la
nación se reinventará a ella misma, saldrá triunfante de esta terrible debacle
en que unos pocos metieron a muchos. El sistema cambiará radicalmente a uno
económicamente más abierto y sustentable. La nación se enrumbará hacia la
descentralización y federación.
A estos dos
señores lo que les duele es que ellos van a quedar fuera de la foto, como la
guayabera, porque se acostumbraron a
hacer con las leyes y las instituciones lo que les da la gana. Ha de ser así
porque nuestro país va de vuelta a los días
donde se respetaba la Constitución. Va de regreso al camino del diálogo,
la tolerancia, el consenso y el respeto.
Ya está pasando
que están quedando como borrachos de plaza, diciendo historias que nadie les
cree, balbuceando improperios y amenazas. Denunciando conspiraciones que sólo
existen en la mente de quienes realmente un 4 de Febrero y un 27 de noviembre conspiraron
a favor de la violencia. Todo esto sucede ante la mirada penosa de quienes con
lastima los ven aferrados a una guerra que ya perdieron, y que ellos mismos se
crearon, mientras el país entero se encausa hacia un futuro próspero, soberano,
de respeto y libre. ¡LIBERTAD O NADA!
@DimitryBelov
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