Hoy la comunidad de salesianos amaneció con profundo
pesar por el horrible asesinato en manos del hampa del padre Jesús Plaza y del
Hno. Luis Sánchez.
La inseguridad penetró los espacios de Dios para
acabar con la vida de dos ancianos religiosos; de dos hombres de bien, uno de 79 y el otro de
84 años, que dieron su vida para curar almas, y lamentablemente anoche murieron desangrados por las puñaladas recibidas de manos de los atracadores.
No tenemos palabras para expresar el dolor que nos
aflige. ¡Por Dios! ¡Cómo hemos llegado a este grado de descomposición social en
nuestro país! El hampa no tiene distingo para arremeter, no selecciona colores,
ni raza, ni condición económica para enlutar a los venezolanos.
Dos religiosos
cuya gran fortuna era la espiritualidad, la amistad de los feligreses y la
satisfacción de ayudar a los necesitados. Dos atracadores acabaron con sus
vidas, quizá para robarle los teléfonos celulares, probablemente único objeto de valor material que poseían. ¡Espantosa realidad que hoy
padecemos en Venezuela!
Debemos recordar que la comunidad salesiana del
Colegio Don Bosco de Valencia, es la segunda comunidad fundada en Venezuela
hace más de 120 años.
En la calle Anzoátegui los salesianos han estado
por todo ese tiempo sirviendo a la ciudad con el Colegio, el cual ha sido un
centro educativo popular, asociado a la AVEC (Asociación Venezolana de
Educación católica) la congregación fue fundada por San Juan Bosco en Italia.
La comunidad religiosa estaba conformada por el padre David Marín (Superior),
el padre José Luis Salazar (vocacion tardía, era mecánico y luego sacerdote,
encargado del Santuario de María Auxiliadora) el padre Jesús Plaza (+), quien tenía más de diez años en Valencia, al igual
que el hermano coadjutor Luis Sánchez (+),
encargado de la primaria del Colegio. Eran los muertos hoy dos santos. Con solo
tratar con ellos se notaba la humildad e inocencia de estos hombres. El padre
Plaza y el hermano Luis eran excepcionales, rezaban el rosario, animaban a la
juventud. El padre Plaza era un confesor fervoroso. Tuvo tres años celebrando
la Misa en San Francisco hasta que llegó fray Pedro. Fue cambiado a Merida por
un año, hasta que el Superior viendo su profunda tristeza le trajo nuevamente a
Valencia. Vino a morirse. Eran ambos muy alegres. Siempre pendientes de los
amigos. Solidarios con la comunidad, repartían alimentos a todos los pobres de
la zona, hasta quizás le mitigaron el hambre a sus asesinos. En el colegio hay
más de un mil alumnos. Todos de extracción popular.
La razón de
ser de la obra de Don Bosco ha sido la ayuda a los jóvenes necesitados. San
Juan Bosco luchó para mejorar la calidad de vida de los muchachos relegados por
la revolución industrial. Abrió un oratorio festivo, en donde los marginados
por la sociedad pudieran estudiar, aprender un oficio y conocer a DIOS. Con la
ayuda de su mamá, Margarita fue construyendo una familia espiritual que ha
sabido conservar su impronta en el mundo. El próximo año se cumplirán 200 años
de su nacimiento. Las bases de su sistema educativo fueron la Razón, la
Religión y el Amor. En Valencia tienen tres grandes obras los padres: El
colegio Mons. Arocha en El Boquete, la Casa Don Bosco para niños huérfanos y
necesitados y el Colegio Don Bosco en el centro, en donde estudiaron cientos de
ciudadanos ejemplares como el Cardenal Castillo Lara y el Cardenal Ignacio
Velasco, quien fue también Director del Colegio
Roguemos a Dios para que la muerte del Padre Jesús
Plaza (+) y del hermano Luis Sánchez (+) nos ayude desde el cielo para que nuestra
amada Venezuela retome el camino de la paz. Dios nos ayude a encarrilar
nuevamente a esta sociedad descompuesta por el poco apego a los valores, principios
y respetos ciudadanos, y que pronto volvamos a transitar por el sendero del
amor.
@pabloaure
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