El Carabobeño 23/01/12
¡Hasta cuándo!
Foto El Carabobeño.
PABLO AURE
pabloaure@gmail.com
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Es increíble la manipulación y el engaño montado por estos falsos revolucionarios con el llamado tema de las misiones.
Lo que el régimen ha calificado como “misiones” no es otra cosa que la realización de los cometidos principales -o competencias exclusivas- de las administraciones públicas en cualquier parte del mundo: salud, educación, vivienda, seguridad, etc. Aquí en Venezuela, con bombos y platillos, se nos ha querido hacer creer que esa tarea es una cuestión extraordinaria, que no les atañe, y que la emprenden a manera de “misiones”, como si se tratara de personas muy bondadosas cual religiosos que se insertan en la selva para dar socorro a los abandonados indígenas, que sí son en verdad misioneros.
Así pretende el chavismo hacernos ver a los venezolanos, cuando en puridad lo que están es cumpliendo con lo que legal y constitucionalmente les corresponde.
Hablan de la “gran misión seguridad”, o de la “gran misión vivienda”, como si fuera una cosa del otro mundo, cuando todos sabemos que justamente ha sido en materia de seguridad y vivienda en lo que la revolución ha sido catastrófica.
Por eso, da lástima vernos nosotros mismos engañados: cuando la prensa pregunta a los candidatos de la oposición democrática si de ganar continuarían con las misiones; la mayoría, un poco asustadillos, dice que sí, porque temen herir el sentimiento popular.
Señores hablen claro. Ya basta de hacer cálculos necios y pasar por alcahuetas del irresponsable que nos gobierna. Lo que hacen con las misiones es lo que la Constitución y las leyes mandan a hacer al Estado en cualquier parte del mundo.
Este fin de semana, por ejemplo, se anunció la “gran misión seguridad”. Nada más farsante e hipócrita que esa propuesta. Claro, es año electoral. Se dieron cuenta de que hasta los mismos chavistas se lamentan por la delincuencia desatada. ¡Ah, sorpresa! El Gobierno anuncia que combatirá los crímenes con una “misión”. No es porque el artículo 55 de la Constitución lo ordene, sino porque el comandante-presidente ahora sí le preocupa.
El artículo 55 reza: “Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado a través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes”.
No crean que ese anuncio de atacar la inseguridad es sincero. Algo están tramando. En efecto, prevén redactar un nuevo Código Penal para modificar el currículo escolar, vigilar a los medios de comunicación y evitar el uso “sensacionalista” con fines lucrativos. Así lo anunció el ministro.
Nuevamente los medios son culpables de todo lo que ocurre en el país. Chávez ni su banda tienen la culpa de nada.
Escepticismo electoral
Un viejo amigo que se ha dedicado al estudio de la historia, insistentemente me recuerda que los comunistas no salen del poder por la vía electoral. Antecedentes de lo contrario, al menos no existen. En lo particular lo comparto: para los comunistas mantenerse a perpetuidad en el poder es lo principal. Ahora, también soy un convencido demócrata, y me inclino en seguir construyendo y organizando una mayoría que exprese con rotundidad ese sentimiento democrático arraigado en lo más hondo del venezolano.
Llevamos 13 años al garete, probablemente con pequeñas islas conquistadas. Llámense gobernaciones o alcaldías. Pero sabemos que ésos son pequeños y pasajeros caramelitos que poco a poco se nos quitarán. Aquí no hay democracia. Por lo tanto, desde la Presidencia se planifican las líneas de acción hacia todo el país. Nadie duda que Hugo Chávez controla todos los poderes y dosifica las atribuciones y competencias de los estados y municipios. No importa lo que diga la Constitución. Es él quien decide qué pueden hacer o no los alcaldes y gobernadores. Él es el dueño de la chequera.
Hay que votar
Quienes todavía no están claros en lo que esas elecciones primarias significarán para el futuro de Venezuela, deben reflexionar y no vacilar salir a votar. Con la participación estamos contribuyendo para que la oposición democrática continúe organizándose y recobrando bríos.
Dentro de 20 días son las primarias. Hay seis candidatos, todos son muy buenos. Tienen muchas virtudes, pero la más importante es voluntad para cambiar el rumbo del país. Desde esta trinchera de lucha nuestro llamado es a votar. Por cualquiera de ellos, pero es necesario votar.
El pueblo espontáneo saldrá a las calles. Quizá las maquinarias se activen pero presiento que la mayoría lo hará por sus propios medios. El discurso de los candidatos será muy importante en esta recta final. Al principio había muchas indefiniciones, pero en estas últimas semanas se ha venido aclarando el panorama.
En mi caso lo haré por la única mujer que está en la contienda: María Corina.
Estoy convencido de que para las primarias no hay manera de medir la voluntad del electorado. Esto quiere decir que no podemos decir quién está arriba y quién está abajo. ¡Cuidado si no hay sorpresas!
Por cierto, en las primarias que han celebrado dentro del PSUV en anteriores procesos, la participación ha sido verdaderamente escuálida. No tengo ninguna duda de que en nuestras primarias habrá mucho más votantes.
Primarias como calistenia
Siguiendo la opinión de mi amigo el historiador supongamos que en realidad no salgamos de Chávez vía electoral. La gran pregunta: ¿para qué las primarias? Repito. Tenemos que organizarnos, motivarnos y demostrar que queremos un cambio. Darnos fuerzas.
Quiero confesarles algo: he tenido informaciones de muchas partes de que quizás hasta puedan suspender las elecciones del 7 de octubre. Razones: la salud de Chávez. No se coman el cuento de que el hombre está fino. Nada de eso. Su salud no anda bien. Dime de qué te ufanas y te diré de qué adoleces. Muchos se preguntan: ¿cómo puede ser posible que un hombre enfermo pueda hablar por más de 9 horas? Recuerden: no es un enfermo común. Toda la ciencia y la tecnología están a su servicio para mantenerlo de pie y hablando. Pero la procesión va por dentro.
De todas maneras el tiempo será el testigo, el reloj no se detiene y pronto se develará la verdad sobre la enfermedad presidencial.
De no darse las elecciones de octubre, entendamos las primarias como un ejercicio democrático y preparémonos para la transición, que necesariamente dentro de ella habrá chavistas.
No hay que cegarse. Diosdado Cabello en la Asamblea Nacional y Rangel Silva en el Ministerio de la Defensa, es para proteger al régimen de Chávez en su larga agonía.
@pabloaure
www.pabloaure.blogspot.com
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